Modelo de Educación PLENA

Alrededor de los treinta, muchas personas empezamos a preguntarnos cosas que nadie nos enseñó a responder: ¿Para qué estudié? ¿Esto es lo que quiero hacer con mi vida? ¿Estoy con quien quiero estar? ¿Qué me apasiona? ¿Soy feliz? De repente, los títulos, los logros, el trabajo conseguido y las respuestas aprendidas ya no alcanzan. Aparece una búsqueda silenciosa: libros de autoayuda, nuevas aficiones, cambios de rumbo, retiros espirituales, cambios de pareja… No es una crisis personal. Es un síntoma colectivo de un modelo que no nos preparó para la vida.
Y mientras tanto, ¿quiénes son nuestros referentes? Líderes que gritan, que acumulan, que alardean de su poder y que se mueven desde el odio. Famosos que nos venden una vida perfecta por redes sociales. Modelos de éxito que no inspiran plenitud, sino consumismo y superficialidad. Por eso, cuando alguien rompe el guion y hace un gesto que conecta con lo esencial, se vuelve viral. Porque tenemos hambre de autenticidad, de sentido, de otra manera de estar en el mundo.
Nos prepararon para un sistema de escasez, de individualismo, de memorización, de creación de mano de obra y de dictaduras. Sin embargo, nos enfrentamos a:
1. Un sistema de saturación y abundancia, donde debemos aprender a elegir caminos, información y herramientas, sin tener la habilidad para hacerlo
2. Un sistema de información y conocimiento, donde la memorización y la ejecución de tareas simples son sustituidas por internet y la inteligencia artificial, y donde se nos demandan procesos superiores para los que no hemos entrenado, como la creatividad, el pensamiento crítico o la planificación
3. Un contexto mundial de crisis sistémicas y desafíos interconectados que requieren de cerebros colectivos y trabajo en comunidad, mientras mantenemos modelos de vida basados en la supervivencia, el individualismo y la competencia
4. Un planeta en llamas, en el que no se respetan sus ritmos naturales y su capacidad de regeneración, inmersos en un paradigma sociocultural extractivista, consumista e insostenible
5. Una sociedad que avanza hacia la democracia, la participación y los derechos humanos y que deja atrás las dictaduras y las disciplinas basadas en el miedo sobre las que nos educaron.
Si no cambiamos de rumbo, el futuro será inhabitable. Por todo ello, necesitamos un nuevo modelo de educación, que nos ofrezca las claves de la vida y las herramientas para superar los retos actuales, que conecte con nuestra naturaleza y nos permita mejorar nuestro entorno.



¿De dónde venimos y hacia dónde vamos?

En 2008, activistas y académicos de distintos países comenzaron a cooperar para buscar modelos y estrategias que contribuyeran a una mayor justicia y bienestar social y ambiental. Esta iniciativa, denominada “Cooperando por la vida”, progresó a través de experiencias y proyectos que desencadenaron en la constitución de la Red Internacional de Educación (RIE), en el año 2012, decidiendo que la educación es la estrategia desde la cual construir un modelo de vida transformador.
Esta red une a más de 14 países y a cientos de personas que llevan a cabo proyectos, fundan organizaciones y crean modelos para la ejecución de iniciativas transformadoras. El Modelo Chango para la construcción de territorios justos y sostenibles es uno de los hitos de mayor repercusión, llegando a miles de personas, escuelas y territorios.
En 2025, en un contexto mundial muy conflictivo donde son necesarias las alternativas, se realiza un encuentro con el grupo de activistas y académicos iniciales, así como con nuevas organizaciones y expertos, para analizar el trabajo realizado y buscar nuevas herramientas. Finalmente, se inicia la construcción de un nuevo modelo educativo mucho más profundo y específico, que sea no solo un modo de entender la educación, sino también la vida, y que ha sido bautizado como «Educación PLENA».
Educación PLENA

La Educación PLENA es un modelo educativo que posibilita el desarrollo de la plenitud individual, colectiva y sistémica para que podamos enfrentarnos a los retos humanos, sociales y ambientales y consigamos alcanzar una vida plena. Un modelo de Paz, Libertad, Equilibrio, Naturaleza y Amor.
P de Paz
Promover la paz para cultivar relaciones no violentas, buscar la justicia estructural, el diálogo entre culturas y la reconciliación profunda entre los seres humanos y la Tierra.
L de Libertad
Concebir la libertad como la capacidad de hacer y de decidir desde una conciencia crítica, desde la autodeterminación, la dignidad, el respeto a la diversidad y la emancipación colectiva.
E de Equilibrio
Desarrollar un equilibrio que persiga la armonía entre razón y emoción, entre comunidad e individuo, entre tradición e innovación, sustentado en una justicia que reconozca, permita participar y distribuya equitativamente los recursos.
N de Naturaleza
Integrar la naturaleza no como recurso, sino como una red sagrada de la que somos parte. Educar con y para la naturaleza para restaurar vínculos con la vida y con la Tierra.
A de Amor
Percibir el amor como la fuente de energía más pura, ética, relacional y transformadora para el ser humano que implica presencia, cuidado, alegría, ternura y compromiso.
Este modelo reúne a centenares de autores y autoras, experiencias e investigaciones que buscan dar respuesta a la necesidad de tantas familias y territorios para proponer un modelo educativo que consiga alcanzar una mejor humanidad y un mejor mundo.
Si tú también crees que un nuevo modelo integral, integrador, universal y compartido es urgente, ¡queremos conocerte!
La mayoría de personas que ocupan los puestos de poder o que toman decisiones sobre el mundo lo hacen desde la rabia, el odio, el ego… Y ni siquiera son las que tienen mayor conocimiento o una vida ejemplar a nivel moral.
¿Te imaginas que las personas que toman las decisiones del mundo fueran aquellas más plenas y sabias? ¿Que fueran referentes en promover la paz, el amor y el equilibrio con el planeta? ¿Te imaginas que este fuera el modelo de persona que se formara en las instituciones educativas?